
¿Cualquier hogar puede ser eficiente?
La respuesta es sí, todos los hogares pueden tomar medidas para optar por la eficiencia energética sin necesidad de empezar una casa desde cero, simplemente haciendo un uso racional de la energía que consumimos. Pero antes, vamos a empezar completando un ejercicio de concienciación de la energía que consume nuestro hogar.
Recopila y suma todos los gastos de consumo de agua, gas y electricidad que generas en 1 mes y multiplícalo por 12 para saber cuánto consumes en 1 año. ¿Ya lo tienes? No te asustes, este gasto se puede reducir de manera muy considerable.
Una vez que tenemos claro que nuestro hogar tiene pérdidas de energía y queremos actuar para minimizar este derroche, es hora de pasar a la acción:
¿Por qué apostar por la eficiencia?
Fundamentalmente por dos motivos:
- Beneficios en la salud y confort. Los cambios en tu hogar, ya sean mediante reformas o pequeñas acciones que modifican tus hábitos de vida, se traducen en beneficios sobre la salud, realización personal y confort. Además, mediante una renovación de materiales podemos ganar en seguridad y calidad de vida.
- Ahorro en tus facturas de luz, gas, electricidad consiguiendo una gran eficiencia energética, gracias a los retornos económicos de la rehabilitación.
¿Qué quiero hacer?
Para acometer mejoras en nuestros hogares es necesario una inversión inicial que nos retornará en un gran beneficio a largo plazo. Por eso es importante determinar qué tipo de mejora o cambio estamos dispuestos a realizar.
- Cambios en los hábitos de vida sin reforma.
- Una reforma puntual.
- Reforma integral.
En la siguiente gráfica podemos ver los tipos de cambios relacionados con la inversión necesaria para llevarlos a cabo: